¿Quieres saber sobre vino para tortas? El mundo de la repostería es muy amplio y suele tener un millar de personas que sienten pasión por ella, y es que resulta delicioso adentrarse en la gran cantidad de posibilidades que pueden surgir.
Es por ello que, muchos han aprendido a combinar sus recetas con la compañía de diferentes licores, y dentro de ellos está el vino, esa bebida delicada y a la vez potente que se lleva la admiración de todos.
Las tortas forman parte de esa amplia gama de postres que surgen para deleitar el paladar de quienes buscan algo dulce y sabroso, y si además disfrutamos de ellas con una buena copa de vino, entonces el resultado es mucho más agradable.
Pero, no todos los vinos van bien con estos postres, por lo que conocer sobre vino para tortas nos abrirá posibilidades de acertar en la elección.
En esta nota, encontraras lo siguiente
¿Qué Vinos se pueden utilizar al momento de preparar una torta?
Cuando de elaborar postres se trata lo ideal es utilizar un vino de calidad, pero que no sea muy costoso, ya que no es necesario gastar mucho para conseguir algo bueno que de gusto y sabor a nuestra preparación.
Las tortas son de esos postres que pueden llevar dentro de su elaboración un toque de vino, esto le dará mayor potencia y equilibrará mejor los sabores que se desprenderán de la mezcla de todos sus ingredientes.
El vino para tortas, es cualquier vino dulce, sin embargo, los tintos jóvenes también resultan favorables para crear recetas fascinantes sin ser invasivo ni agresivo con su sabor.
Los vinos que pueden ser utilizados al momento de la elaboración de tortas tenemos:
Oporto
El oporto es un vino fortificado, con un alto contenido de azúcar que lo hacen ser dulce, se obtiene mediante la mezcla de diferentes variedades de uvas locales y mediante la mezcla de diferentes cosechas.
Su proceso de fermentación se interrumpe mediante la adición de aguardiente vínico, lo que confiere al vino un elevado nivel alcohólico y un elevado nivel de dulzura, además los vinos resultantes envejecen en tanques de acero inoxidable o en grandes barriles de madera conocidos como balseiros.
De él se desprenden cuatro tipos conocidos como:
- Blancos: Presenta un color que suele variar del amarillo pálido al dorado, en sus aromas y sabores son comunes las notas amieladas, de frutas y flores blancas.
- Rosados: Con tonalidades rosas, resulta un vino aromático y suave, con predominio de notas de cereza, frambuesa y fresa.
- Tintos estilo Ruby: Vinos con el característico color rubí típico de los tintos, con aromas y sabores afrutados y corpulentos.
- Tintos estilo Tawny: Vinos de color ámbar o marrón, con menos cuerpo y con aromas y sabor de frutos secos.
En sus diferentes variedades, el Oporto es un vino que sirve para ser incluido en cualquier receta de tortas, su sabor, dulzura y versatilidad le permiten fusionarse con frutos secos, frutos rojos, negros, chocolate, o cualquier otro ingrediente que por lo general es utilizado en la preparación de estos postres.
Marsala
Es un vino italiano muy conocido, y es el resultado de uvas blancas grillo, catarrato y la inzolia para las variedades ambra y oro, mientras que para la variedad rubino se utilizan uvas tintas como la nero d’avola y la pignatello.
Por lo general el marsala se tendía a servir como un vino de aperitivo entre el primer y el segundo plato de las comidas, sin embargo, hoy en día se sirve bien frío con diferentes tipos de queso, frutas y pasteles, o a temperatura ambiente como vino de postre.
El vino marsala se clasifica de la siguiente forma según su contenido de azúcar:
- Secco: Es el vino marsala que contiene un máximo 40 gramos de azúcar residual por litro.
- Semisecco: Es el que contiene entre 41 y 100 gramos de azúcar residual por litro.
- Sweet: Contiene más de 100 gramos de azúcar residual por litro.
Gracias a sus cualidades dulces, actualmente más que ser un aperitivo, o vino de postre, también es utilizado como vino para tortas, y es que resulta perfecto al momento de elaborar diferentes variedades de bizcochos donde resalten frutas, chocolate y cremas.
Moscatel
El vino moscatel proviene de la uva que lleva su mismo nombre y del que se obtiene un vino seco, muy aromático y un vino semidulce que se logra tras la fermentación alcohólica parcial y que destaca por presentar aroma rico e intenso, con notas que recuerdan las flores de acacia, glicina, azahar, miel y especias y un sabor dulce, aromático y equilibrado.
Gracias a estas propiedades naturales, el Moscatel puede ser utilizado como un vino para tortas, su sabor dulce, pero a la vez lleno de equilibrio permite balancear los ingredientes de un bizcocho sutil, con nueces, frutos rojos, crema o dátiles.
Pedro Ximénez
Los vinos Pedro Ximénez proceden de la uva blanca del mismo nombre, destacan por ser caldos con un alto contenido en azúcar, gracias a que las uvas seleccionadas se pasifican sometiéndose a la acción del sol entre 4 y 15 días.
La pérdida de agua durante el proceso hace muy difícil su fermentación, que se contrarresta además con la adición de alcohol vínico, por lo que finalmente, se someten a un sistema de crianza único en criaderas y soleras.
Los Pedro Ximénez son vinos con un alto contenido en azúcar con color que puede ir de tonos caobas a marrones oscuros casi negros, con reflejos dorados, muy densos y concentrados.
Actualmente podemos encontrar que en ciertos lugares se sirve una copa al final de la comida como aperitivo, sin embargo, gracias a sus cualidades organolépticas y su dulzura se ha ido convirtiendo en un ingrediente perfecto para la elaboración de tortas.
Por lo que entonces Pedro Ximénez es hoy en día un vino para tortas ideal para esos bizcochos con chocolate amargo, ya que, gracias a su aroma de café, combina muy bien con las sensaciones que aporta el cacao en general.
Blancos
Los vinos blancos suelen ser caldos amigables, suaves, pero a la vez con mucha personalidad, elaborados con variedades de uvas de pulpa color blanco e incluso cepas tintas, que dan paso a diferentes tipos de vino blanco, dentro de los cuales encontramos los dulces, aquellos donde se interrumpe la fermentación antes de que todos los azúcares de la uva se conviertan en alcohol.
Suelen ser consumidos antes de las comidas o hasta como aperitivos, pero también hoy en día encontramos que es utilizado como un vino para tortas gracias a su equilibrio natural.
Tortas de frutas, cremas y frutos secos van muy bien de la mano de una porción de vino blanco, ya que realzará las bondades de los ingredientes a la vez que ofrece sutileza aromática y equilibrio en los sabores.
Tintos
Los vinos tintos presentan una amplia gama entre jóvenes, reservas, gran reservas y crianzas, lo que lo lleva a ser de los favoritos entre todos los tipos de vinos, ya que, al maridarlo por lo general, va bien con carnes, arroces, pastas y hasta ciertas ensaladas.
Pero, el vino tinto también puede ser un gran ingrediente a la hora de preparar una rica torta, su contundencia, astringencia y diversidad de sabores permiten armonizar chocolates, frutas negras y secas que darán vida a un postre excepcional.
Por lo que hoy en día podemos observar recetas de tortas que incluyen una copa de vino tinto joven dentro de sus ingredientes con el fin de realzar las potencialidades de un final de comida único.
¿Cuáles son los vinos que pueden acompañar tortas?
Saber cuáles son esos vinos ideales para acompañar las tortas resulta útil, y es que no todos los vinos van bien con los postres, su contundencia, sabor y gala aromática puede causar invasión y estropear una rica torta.
Es por ello que resulta interesante conocer cuáles son esos vinos que pueden acompañar una deliciosa torta, y es que hay una gran diversidad de este rico postre que abre un abanico de posibilidades en su acompañamiento.
Oporto
Más allá de ser un vino fortificado y muy dulce, que además puede servir de ingrediente dentro de la preparación de una torta, también resulta una opción a la hora de acompañarlo.
Su sabor permitirá realzar las tonalidades de esos bizcochos que llevan chocolate y hasta toques de frutos secos, y si por casualidad lleva algo de turrón, entonces la explosión de sabor será mucho más intensa.
Marsala
Un vino dulce que sirve para deleitar el paladar en compañía de una torta con chocolate, frutas y cremas de mantequilla, ya que consigue el punto perfecto de armonía que no tapa ningún sabor y realza las potencialidades del postre en sí.
Manzanas, albaricoques, fresas, cerezas irán muy bien en una torta que se vea acompañado por una rica copa de marsala a la temperatura perfecta.
Moscatel
Un vino ideal para acompañar tortas de frutas, sabor, aroma y dulzura se combinan en un instante corto de tiempo para permitir que el paladar pueda disfrutar de un sublime estremecimiento originado por la combinación en la boca de torta y moscatel, una dulzura perfecta que nada tiene que envidiar.
Vinos tintos
Cuando se trata de un vino tinto joven como un Pinot Noir o un Shiraz podemos perfectamente acompañar una torta de chocolate, ya que sus cualidades organolépticas permiten equilibrar los tonos grasos del chocolate y la frescura del vino.
Vino Blanco Riesling
Una copa de vino blanco riesling será la compañía perfecta para disfrutar de una torta de vainilla, ya que se fusionan en el paladar de una forma asombrosa que dejará sin aliento a cualquiera, y si le adicionamos un toque de crema de mantequilla por encima, entonces el placer será mucho mayor.
Vino Sauternes
Un vino excepcional gracias a su calidad y sabor, por lo que disfrutar de una copa a la temperatura ideal junto con un pedazo de torta de frutas será una experiencia insuperable, y es que se fusionan de una forma perfecta que no da cabida a dudas.
Vino de Hielo
Un vino espectacular para una torta de manzanas o melocotones, su dulzura permite que los sabores se combinen entre sí para deleitar el paladar.
Vino Rosado
El vino rosado es un caldo versátil, marida muy bien con platos frescos y ligeros, pero, también es un excelente acompañante de todo tipo de postres y por supuesto las tortas van muy bien con su compañía.
Chocolate, frutas, cremas y hasta queso se ven favorecidas con una copa de vino rosado, por lo que sin lugar a dudas resultará una apuesta segura.
Espumosos
Los espumosos, champañas, y cavas resultan el acompañante perfecto de los postres, sus burbujas finas, agradable sabor y estilo dan el toque delicado y sutil a la hora de disfrutar de un pedazo de torta, y no importa el tipo de torta que sea, cualquiera va bien de la mano de un fresco espumoso.